El tarot es como un libro de Sabiduría, es un medio de conocimiento, una estructura de imágenes cambiantes que nos permite a través de la simbología comenzar a observar hechos y sucesos de la vida.

Es un instrumento de conocimiento, y no se sabe a ciencia cierta quién o quiénes fueron los creadores del tarot, aunque se estima que está diseñada por alquimistas, filósofos y magos de la antigua tradición Hermética.

Echar las cartas es el arte de adivinación más antigua que existe y se remonta a tiempos ancestrales y conocer el destino se practicaba ya en tiempos inmemoriales.

La historia del Tarot está rodeada de misterios y conjeturas.

No se conoce con certeza la procedencia del tarot. Aunque algunos datan su origen en la época egipcia, ya que otros afirman que viene de Oriente y otros determinan que fue en la edad media.

Hay pruebas de que las cartas se extendieron por Europa mucho antes del siglo XV.  Han existido varios tipos de tarots desde épocas muy remotas, pero hay una grandísima semejanza entre ellos. Aunque la más aceptada fue el Tarot de Marsella.

El tarot Marsellés está compuesto por 78 cartas, divididas en 56 Arcanos Menores y 22 Arcanos Mayores.

Los palos de los arcanos menores tienen como finalidad el indicarnos hacia dónde está siendo dirigida la fuerza del consultante o por otro lado, hacia dónde sería positivo inclinarla para su bienestar.
Es de vital importancia el fijarnos en la cantidad de cartas de cada palo que aparece en cada lectura, y especialmente en la posición que aparece cada una de ellas, ya que al salir al derecho quiere decir que es bueno seguir intentando por esa vertiente, y si sale inversa, es síntoma de estar errando en el blanco